Santander es elevado a la primera magistratura de Nueva Granada a los veintisiete años
El Libertador encargó del gobierno civil al ya general Santander, quien a los veintisiete años de edad asumió la primera magistratura de Nueva Granada, que sólo pocos meses después se llamaría Cundinamarca, y ahora y siempre Colombia. A partir de esta época comenzaron para Santander los años mis trascendentales de su vida. Estaba al frente de un pueblo arruinado, desorganizado, cuya población se había reducido notablemente, y donde imperaba por todas partes la ley del sable. Santander se mantuvo siempre como intérprete fiel de las leyes dictadas por los congresos de la Gran Colombia; y no vaciló en sacrificar su más noble amistad, la de Bolívar, cuando las circunstancias políticas pusieron al Libertador frente a la dictadura. Roto el equilibrio de la Gran Colombia, vino la conspiración de septiembre de 1828, en la cual siempre negó Santander haber participado; sin embargo, se lo condenó a la pena de muerte, sentencia conmutada luego por la de destierro, y no regresó a su patria hasta después de la muerte del Libertador, cuando el voto unánime de sus conciudadanos lo elevó a la primera magistratura (1832-1837). Después de haber prestado notables servicios al país, sus enemigos políticos lo acusaron ante el Congreso granadino. Santander se defendió elocuentemente de los cargos, y falleció a los pocos días (el 6 de mayo de 1840).
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