Cortés destruye sus naves para evitar la deserción
Antes de iniciar la penetración definitiva en el imperio azteca, el conquistador Hernán Cortés fundó y pobló un establecimiento urbano al que se dio el nombre de Villa Rica de la Vera Cruz; fue la primera población española en tierras de México. Ante su Ayuntamiento Cortés declinó el mando que le confiriera el gobernador Velázquez, y en su lugar recibió del recién integrado Ayuntamiento de Vera Cruz el cargo de Capitán General y Justicia Mayor, con lo que consideróse desligado de la obediencia a su anterior mandante. Acto seguido decidió el futuro conquistador la destrucción por desmantelamiento de todos sus navíos, menos uno, para evitar con ello que los descontentos regresaran a informar a Velázquez de su rebeldía.
Quedó así el grupo revolucionario librado por entero a los azares de la empresa, sin comunicación posible con el mundo que acababa de abandonar, y a las puertas de otro, cuyo suelo les había sido vedado pisar por la advertencia de los embajadores del emperador mexica.
Una vez más, la fortuna se disponía a premiar a los audaces.
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