José Ignacio Saco, un ilustre cubano que luchó contra la esclavitud
Ilustre patricio que fue sin duda el primero de los cubanos que ocupó un puesto prominente en la cultura latinoamericana. Nació en Bayamo, el 7 de mayo de 1797. Creció en un ambiente de reforma y de adelanto que influyó en su espíritu. Se educó en el Seminario de La Habana, centro exclusivo de enseñanza por donde pasaron los cubanos más notables en el mundo de la ciencia, la literatura y la historia. Viajó por Estados Unidos y dirigió en Nueva York el Mensajero Quincenal, en que trataba asuntos cubanos. De regreso en Cuba redactó la Revista Bimestre Cubana, en la que censuraba el comercio clandestino de esclavos que, a pesar de la abolición de la trata de 1820, convenida entre España y Gran Bretaña, seguía realizándose. Tales antecedentes lo hicieron persona no grata al general Tacón, quien lo desterró a Trinidad, pero de allí salió rumbo a Madrid. En la capital española abrió una intensa campaña contra el gobierno colonial, exponiendo la imperiosa necesidad de las reformas que se pedían desde hacía mucho tiempo. Las elecciones de diputados a Cortes celebradas en Santiago de Cuba le dieron el triunfo en 1836, y este suceso lo llevó a formar parte del Estamento de Productores y del Congreso de Diputados. Tacón pretextó que Cuba y Puerto Rico debían regirse por leyes especiales, y los diputados antillanos fueron expulsados, lo cual estableció de una vez la diferencia entre españoles y cubanos. La isla no volvió a tener representación en las Cortes. Desde entonces, Saco, desengañado de que los medios representativos fueran posibles y de que la colonia no obtendría las mejoras que por derecho reclamaba, se dedicó a viajar por Europa. Como los cubanos empezaban a mirar a Estados Unidos como un medio de salvación, Gaspar Betancourt Cisneros escribió a Saco, hallándose éste en París, invitándole a que pasase a Nueva York para dirigir el periódico anexionista La Verdad. Su respuesta a Betancourt Cisneros fue el folleto Ideas sobre la Incorporación de Cuba en los Estados Unidos y, después, la Réplica a los anexionistas. Fue testigo de todo el movimiento político armado de la isla hasta el Pacto del Zanjón. Escribió varios libros y dos folletos políticos intitulados así: La situación política de Cuba y su remedio, y La cuestión de Cuba, pero su obra cumbre ha sido la Historia de la Esclavitud. Abogó por las reformas para Cuba tanto en el orden social como en el político y económico, y por la abolición de la esclavitud, y fue un gran precursor de la independencia de su patria. Murió en Barcelona en 1879, r los 82 años de edad, cuando se disponía a desempeñar el cargo de diputado a Cortes por Santiago de Cuba.
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