El congreso de Tucumán declara la independencia argentina el 9 de julio de 1816


El 24 de marzo de 1816 inició sus sesiones la asamblea general. Las disensiones internas retardaron la llegada I de los diputados y provocaron la ausencia de los representantes de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental. Para reducir estas luchas intestinas, los congresales convinieron en la designación de un mandatario ejecutivo que por el origen de su mandato pudiera ser obedecido por todas las provincias. La elección recayó en Juan Martín de Pueyrredón, elegido así, por el alto cuerpo, director supremo del Estado. Una de sus primeras medidas fue celebrar una conferencia con el general San Martín, quien desde Cuyo instaba al Congreso tucumano a dar el paso decisivo: declarar la Independencia, para poder conducir tropas regulares, el ejército de una nación libre y soberana, contra los reductos del poder español en América: Chile y Perú.

El 9 de julio de 1816 los diputados reunidos en Tucumán dieron el paso decisivo y declararon solemne y firmemente la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de los reyes de España, sus sucesores y metrópoli, y añadieron pocos días después, al tomar conocimiento de la invasión portuguesa a la Banda Oriental, la expresión “y de toda otra dominación extranjera”.

El mismo Congreso consagró definitivamente, como emblema de la nueva nación, la bandera creada por el general Belgrano cuatro años antes. La Declaración de la Independencia llenó de júbilo al pueblo argentino, cuyos soldados, bajo la genial conducción de San Martín, se lanzaron a partir de entonces por los caminos de América y lucharon por la libertad de las naciones hermanas.