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ACODOS POR RAÍCES, HIJUELOS Y RETOÑOS Acodo por raíces. — Este acodo se practica en plantas cuyas raíces son muy superficiales y prolongadas como las de la robinia, y el ailanto. Si estas raíces se ponen al descubierto por algún punto para que reciban la acción de la luz, desarrollan nuevos brotes que echan yemas por la parte superior y raíces por la inferior, formándose nuevos tallos. Cortando después las raíces procedentes de la planta madre se obtiene separado un nuevo individuo, cuya extremidad herbácea conviene despuntar por julio para aumentar sus ralees. Esta clase de multiplicación se realiza alguna vez casi espontáneamente, es decir, que los brotes surgen por sí solos en los puntos en que se hiere las raíces de los vegetales con los instrumentos de labor. Las raíces que sirven para esta clase de multiplicación se denominan vulgarmente muletos. Acodo por hijuelos, retoños o sierpes. — Se practica con ciertos arbustos, tales como las lilas y rosales, en el cuello de cuyas raíces nacen yemas subterráneas o hijuelos que se extienden horizontalmente. Para activar el desarrollo de las raíces en dichos renuevos basta cortar durante el mes de julio su extremidad herbácea o aérea. Este medio es más expeditivo aun que la siembra y se aplica principalmente a las plantas vivaces cuyas semillas rara vez maduran o no maduran nunca. Después que los renuevos han adquirido alguna altura se recalzan con buena tierra para favorecer la producción de las raíces y a la primavera o el otoño inmediato, según el terreno y el clima, se les separa y se trasplantan. El acodo en agricultura Acodos por raíces, hijuelos y retoños Acodos en arco, mugrón y ondeado Acodos en cepillón, chino y en tiesto o tonel Acodos por torsión, ligadura, incisión y canastillo Precauciones generales al efectuar acodos
2014 - Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Siglo XIX. Aviso Legal