UN TROZO DE CUERDA


En las jaulas de la mayor parte de los pájaros cantores hay una cuerda en embrión. Hállase en el comedero. Si fijamos la vista en él, veremos solamente semillas: alpiste, simiente de nabo, de mostaza tal vez, y cañamones. Pues bien, estos cañamones son nada menos que la cuerda en embrión.

Si sembráramos algunas de estas semillas en un suelo fértil y húmedo, expuesto a los rayos solares, veríamos cómo irían convirtiéndose en magníficas plantas, pues bastan estas condiciones de cultivo para que el cáñamo se dé perfectamente en la mayor parte de las regiones, desde las bañadas por el ardiente sol de los trópicos hasta las frías tierras que se encuentran en el norte de Rusia.

Para fabricar tanto las cuerdas como el cordel y el bramante, sólo se necesita el tallo de la planta, el cual produce una corteza compuesta de fibras. Si se quiere fibra fina para la fabricación de telas, debe arrancarse la planta tan pronto como haya florecido; si se desea fibra más gruesa para la fabricación de lona, se deja crecer la planta algo más, y, por fin, si se necesita para confeccionar bramante, cordel o cuerdas, se deja crecer el cáñamo todo cuanto da de sí la planta.

Esto en cuanto se refiere a la cuerda en embrión que vemos en el come-cero de la jaula. Pero hay varias otras sustancias que se emplean también para construir cuerdas de diversas clases... Esas de color oscuro, que no se alquitranan nunca, y son más ligeras que las de cáñamo, se fabrican con la fibra de la corteza del coco. Estas fibras fueron probablemente el primer material vegetal utilizado en la fabricación de una cuerda. En algunas regiones del sudeste de Asia, en las que la cultura continúa en un estado primitivo, se utiliza todavía una-antiquísima técnica que consiste en enrollar las fibras de la corteza del-coco con la palma de la mano sobre el muslo desnudo.

Hay una cuerda muy fina, de algodón, que se emplea para hacer funcionar algunas máquinas. Pero la más admirable se fabrica con una planta llamada abacá o, por otro nombre, cáñamo de Manila. Cultívase este vegetal fibroso en las islas Filipinas. Los naturales parten los pecíolos de las hojas en largas tiras, las baten con palos y luego las lavan y dejan secar. El yute es otra de las materias textiles que se utiliza en la fabricación de cuerdas, empleo que se le daba en la India desde tiempos muy antiguos.

La planta es oriunda de ese país donde se la cultiva siempre con intensidad. El henequén es mexicano, nativo del Yucatán, produce la fibra del mismo nombre, de gran resistencia y muy valorada en la manufactura de cuerdas; es similar a la fibra del sisal, planta que se supone originaria de México y que se ha aclimatado en otras regiones tropicales de América y África, en Kenya, por ejemplo. El lino y el esparto también proveen de material para las cuerdas. Durante muchos siglos la manufactura de cuerdas se mantuvo sin mayores variaciones; se utilizaba el método primitivo y sencillo del hilado a mano en vigencia hasta el siglo xix, cuando se introdujeron las maquinarias que permitieron la producción en gran escala. Sin embargo, el método de hilado a mano se sigue utilizando en muchas partes del mundo junto con el hilado a máquina.

Toda industria representa una serie de complejos procedimientos que, además de requerir tiempo, ponen en movimiento hombres y máquinas. Imaginemos lo que se necesitará como elaboración para llegar a obtener de la simple fibra sedosa que se extrae de una planta, una de esas gruesísimas sogas que, como cables de acero, resisten pesos de miles de kilogramos.

El sencillo piolín del que nos servimos cotidianamente para liar nuestros paquetes es hermano de la poderosa maroma que utiliza el marinero para las maniobras de amarre o para atar el buque al remolcador que lo llevará a puerto.

La soga, la piola, el cordel, el bramante, son otras tantas denominaciones comerciales de la cuerda que se distingue así según el grosor, la capacidad de resistencia y el grado de tensión a que será sometida. Las cuerdas que se destinan para los aparejos de marina se alquitranan, para que de esta manera resulten impermeables. La fabricación de una cuerda constituye en nuestros días un delicado procedimiento, en el cual se emplean máquinas maravillosas.