Los dioses del campo y de la ciudad de la mitología grecorromana


Vertumnio, el dios de los jardines y los huertos en Roma, estaba casado con Pomona, la diosa de los árboles frutales. Los primeros frutos de los jardines eran ofrecidos a él. Esta feliz pareja volvía a ser joven cada año, y nunca moría, lo que se asemeja al continuo movimiento de las estaciones del año.

Flora era la reina de las flores entre los romanos. Se casó con el viento Céfiro en mayo, y ambos ejercían gran influencia durante la primavera.

Pomona era una bella ninfa que presidía los jardines, en Roma. Generalmente se la representa sentada sobre una cesta llena de flores y frutas o sujetando el famoso cuerno de la abundancia.

Pales tenía bajo su protección a los pastores romanos. Su festival, “las Palilias”, se efectuaba todos los años en el día del aniversario de la fundación de Roma por Rómulo.

Término, divinidad romana, presidía las fronteras y límites, y vengaba con furia cualquier usurpación de tierra. Al principio fue representado por una gran piedra cuadrada, pero después los artistas le pusieron cabeza humana y lo colocaron sobre una pilastra indicadora de distancias en los caminos.

Jano se supone que fue el primer rey que tuvo Italia. Habiéndole ofrecido una vez hospitalidad a Júpiter, fue dotado del privilegio de conocer el presente y el pasado. Como guardián de las entradas, era representado por los artistas con dos cabezas, que miraban en direcciones contrarias. Como los romanos hicieron un gran guerrero de Jano, su templo se abría solamente en tiempos de guerra. Es curioso observar que, durante toda la era romana, este famoso templo estuvo cerrado tan sólo tres veces. En honor a Jano, se llama January en inglés, Janvier en francés, a enero, el primer mes del calendario romano.