Nobel amasó una de las mayores fortunas de Europa


Los éxitos alcanzados por Alfredo Nobel en el campo de los explosivos no le impidieron fijar su atención en otros problemas: estudia y perfecciona la concentración del ácido sulfúrico, los aparatos vaporizadores y congeladores, la refinación del hierro de fundición, e inventa el freno automático y una caldera a prueba de explosiones. Analiza los caracteres del petróleo y, en 1884, patenta un método para la destilación continua del mineral, que fue la base del éxito de la industria petrolera rusa.

La fabricación de explosivos, la comercialización de sus inventos y descubrimientos, y la explotación de los yacimientos petrolíferos de Bakú le produjeron inmensos beneficios, tantos que su fortuna llegó a ser una de las más sólidas de Europa.