Purificación del gas natural para su mejor uso


Salvo raras excepciones, todo el gas natural que se utiliza procede de pozos perforados en la roca, donde aparece, casi siempre, mezclado con agua salada o petróleo. No pocas veces se han descubierto grandes depósitos al perforar las rocas en busca de petróleo: en estos casos, el gas aparece mezclado con vapores de gasolina, que se separan licuándolos por presión y enfriamiento, con lo que se obtiene, a la par de un buen gas, una gasolina de alto índice octánico.

El gas natural que, lavado, purificado y libre de otros elementos carentes de valor como combustibles, es enviado a través de grandes tuberías a los centros de consumo, suele surgir a gran presión, por encontrarse enormes cantidades de él encerradas en espacios relativamente pequeños, suficiente para impulsarlo a lo largo de las tuberías. Pero es más frecuente que la presión no sea bastante para hacerlo llegar desde el pozo hasta el lugar de consumo, y entonces es preciso impulsarlo por medio de bombas. En el caso de ser muy largo el recorrido, puede ser necesario, incluso, instalar a lo largo de él varias estaciones compresoras o de bombeo.