Los jardines colgantes de Babilonia


El mundo antiguo consideró a los Jardines Colgantes como la mayor maravilla de Babilonia, la que era a su vez apreciada como la ciudad de las maravillas. Consistieron estos Jardines en cerca de dos hectáreas de terrados elevados, sostenidos por arcos de 23 metros a 91 metros de altura, y estaban emplazados dentro de los límites de los terrenos pertenecientes al palacio de Nabucodonosor. Se plantaron calles de árboles, emparrados, y se construyeron cenadores para los banquetes, y por todos lados era dable admirar, en profusión, las flores más fragantes y apreciadas de la época. Para que los Jardines no carecieran de agua, Nabucodonosor mandó colocar en su parte más elevada un gran depósito que se llenaba con agua procedente del Eufrates. Si damos crédito a una antigua tradición, estos Jardines se edificaron para complacer a una reina que vino de un país montañoso.


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