Algunos de los faros importantes que existen en el mundo


A principios del siglo xx había en todo el mundo trece mil faros, de los cuales América del Sur no llegaba a tener doscientos.

Entre los más importantes de esos trece mil faros, teniendo en cuenta su posición, los servicios que prestan o las dificultades que presentó su construcción, se pueden citar, además de los nombrados anteriormente, el de Ar-Men, situado en un peñasco próximo al cabo Finisterre, en Francia, que es notable por lo expuesto de su ubicación y por las grandes dificultades que hubo que vencer para construirlo; otro tanto puede decirse del de Triagoz, ubicado también en la costa de Francia.

En la costa sudeste de Inglaterra se encuentra el faro de Dungeness. Allí la Casa Trinidad, autoridad encargada de controlar los faros de Inglaterra, realiza un experimento con la nueva lámpara de xenón. Este gas, muy poderoso y compacto, permite reducir mucho las proporciones del recinto donde se cobija la lámpara, el cual resulta así menor que en los antiguos faros.

En Estados Unidos de América también se han construido faros notables en Minot's Ledge, Spectacle Reef y Tillarnook Rock. El primero está en las proximidades de Cohasset, en la bahía de Massachusetts, en uno de los parajes más peligrosos del mundo. Las dificultades para la construcción de un faro sobre ese peñasco fueron inmensas; la primera construcción, que era de hierro, se terminó en el año 1849, pero en abril de 1851 la echó abajo una terrible tempestad. El segundo faro, terminado en 1860, es totalmente de piedra.

El faro de Spectacle Reef, en el lago Hurón, fue construido, no sólo para resistir las olas, sino también los campos de hielo, los icefields, que cubren muchas veces grandes extensiones y se mueven a una velocidad de tres a cinco kilómetros por hora. Este faro, inaugurado en 1874, costó 375.000 dólares.

El faro de Oak Islands, Carolina del Norte, es el más potente de Estados Unidos de América desde que entró en servicio el 15 de marzo de 1958. Fue diseñado por los ingenieros de la Oficina Central del Servicio de Guardacostas, en Washington, y su luz resulta visible el 95 por ciento de las noches del año en un radio de 19 millas. Este faro señala un importante hito tanto en lo relativo a óptica como en lo estructural. Así por ejemplo, el color fue integrado en el cemento de tal modo que la linterna y un tercio de la superficie de la torre son negros, la parte media blanca y la inferior queda natural. Estas características hacen que el faro requiera mucho menos cuidado para su mantenimiento que los antiguos. El costo total del faro ascendió a 130.000 dólares.

En América del Sur se pueden citar los faros de Maceió y de Espíritu Santo, en Brasil, y los de Punta Médanos y Punta Mogotes, en Argentina.