Los dátiles y los cocos, frutos de las útiles palmeras

Estos azucarados frutos, de forma de bellota, son producidos por la palma datilera, que llega a alcanzar hasta 25 y 30 metros de altura. Crecen los datileros en los terrenos areniscos y algo húmedos de Berbería, y en otros muchos países cálidos, y no dan fruto hasta después de los diez años.

Los dátiles son muy estimados por sus propiedades alimentarias, aunque se los considera de difícil digestión comidos en exceso y, sobre todo, por personas débiles y delicadas. Son la principal base de la alimentación en varias regiones, especialmente entre los árabes.

La producción del datilero no se limita sólo a los dátiles, pues la planta toda es de utilidad. Del tronco, y por medio de sangrías, se obtiene un licor llamado vino de palmera, lechoso, dulce y refrescante; la madera de las palmeras viejas se utiliza para construcciones; las hojas, para varios utensilios caseros, cestas, sombreros, etcétera.; las fibras, para tejer cuerdas, y los huesos de los dátiles, para alimento del ganado, además de extraerse de ellos el jugo que se vende en pastillas con el conocidísimo nombre de tinta china.

Otras palmeras, los cocoteros, que se encuentran en todos los países tropicales, nos brindan los cocos. De éstos se aprovecha el mesocarpio fibroso para hacer cuerdas; del hueso se hacen tazas y otros recipientes; de la carne se hacen dulces y se obtiene aceite. La cavidad central del fruto está llena de un líquido de agradable sabor, que se conoce con el nombre de agua o leche de coco. Los cocoteros, de elegante silueta, suelen alcanzar hasta 25 metros de altura y llegan a producir sus frutos hasta tres veces por año. Sus tallos están coronados por hojas de hasta 6 metros de largo.