Las grosellas de sabor agridulce son un alimento sano y gustoso
El grosellero es un arbusto ramoso, como de un metro de alto, cuyas flores, de color amarillo verdoso, se presentan dispuestas en racimitos que dan por fruto la grosella.
Ésta ofrece diferencias muy apreciables en el tamaño y color.
La fruta del grosellero común o de racimos consiste en una baya lisa, encarnada o blanca, que tiene un sabor azucarado y acídulo, del cual dependen las propiedades refrigerantes apreciadas en este fruto.
El grosellero espinoso está erizado de pinchos, y sus frutos no se hallan dispuestos en racimos, sino sueltos, según podemos ver en el grabado correspondiente. A estos frutos se les llama también uva espina, y el zumo suministra un vino agradable.
La grosella, además de ser un alimento sabroso e higiénico, sirve para la preparación del jarabe de grosellas; para hacer conserva con sus racimos blancos y encarnados; para la fabricación de una ratafia especial; para hacer confitura y pasteles, y para otros usos de la economía doméstica.
El grosellero vegeta fácilmente en terrenos ligeros un poco frescos, y lo favorece mucho una situación semi-sombreada. Crece espontáneamente en las grandes alturas, y hasta los 3.500 metros de altitud prospera y fructifica. Los frutos son más crecidos y ácidos en los climas del norte, y en los del mediodía, más pequeños y azucarados.
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