Lo maravilloso en las plantas es que comen casi de todo


Nos haremos cargo de cuan importante es esto, si recordamos que todo ser viviente tiene que comer o, de lo contrario, morir. Cuando decimos comer, tal vez se crea que nos referimos a introducir algo en la boca y masticarlo; pero hay muchas cosas vivas que no tienen boca, y, no obstante, comen. Aunque sería más propio que dijéramos que se alimentan. Esta es una de las más grandes diferencias entre lo que vive y lo que no vive. Si una mosca, una persona, o una hierbecilla carecen de alimento, acaban por morir; pero una piedra existirá exactamente lo mismo durante centenares y millares de años, sin necesidad de alimentarse. La piedra no vive. Vemos, pues, de qué capital importancia es la cuestión del alimento para la vida.

Y lo maravilloso en las plantas es que se alimentan de casi todo, de cosas que no están vivas y que nunca han vivido; mientras que los animales sólo pueden vivir de plantas. Tanto el animal, como la planta, tienen forzosamente que morir, si no se les da alimento. Aunque el animal tenga aire, agua y tierra en abundancia, perecerá de hambre con sólo eso; mientras que para la planta son estas cosas un alimento rico y abundante.

Es, por lo tanto, evidente, que las primeras especies de seres vivientes fueron las plantas. No puede haber existido antes de ellas ninguna clase de animales, porque no hay animal que pueda alimentarse sin ayuda de las plantas. Cuando la vida apareció por primera vez en la tierra, no había para sostenerla más que cosas inanimadas, como el aire, las sales y el agua; y el único ser viviente que puede alimentarse con eso, es la planta.