Los gusanillos de seda son seres muy capaces de comerse las hojas de todo un bosque


El gusano de la seda está muy contento dentro de su caja, y ni por asomo pensará en fugarse, mientras la caja esté bien limpia y los alimentos sean abundantes. La temperatura debe mantenerse lo más cercana posible a 16 ó 17 grados, con lo cual los gusanos se criarán gordos y vigorosos. La cantidad de hojas de morera que llegan a comer es realmente asombrosa.

Claro está que no vamos a emprender la cría con 30 gramos de huevos, de los que sólo saldrían unos 40.000 gusanos; pero a fin de formarnos idea del apetito de esos animalillos, supongamos, por un momento, que se trata de esa cantidad. En el transcurso de las ocho semanas, durante las cuales viven en estado de oruga, los 40.000 gusanos necesitarían para alimentarse 600 kilos de hojas de morera. De éstos hay que deducir unos 260 kilos, pues se desechan todas las hojas secas 0 podridas; lo restante, o sea, cerca de 350 kilos, representa la cantidad devorada por las orugas. La alimentación del gusano de seda demanda cierto cuidado, siendo preciso distribuir el alimento de una manera uniforme para que los insectos no tengan que disputárselo. Uno de los mejores sistemas consiste en cortar las hojas en pedazos pequeños, lo cual facilita la distribución. Es asombrosa la rapidez con que crecen esas orugas. De igual modo que las demás, necesitan mudar de piel, pues la que tienen al nacer no les dura toda la vida.