La golondrina de mar tiene enemigos que le quitan su alimento


Así como las golondrinas de mar se caracterizan por la longitud de su pico, así también hay otras aves marinas que se distinguen por la forma y disposición especial de ese mismo órgano. Éste, en efecto, presenta en algunas especies la parte inferior mucho más larga que la superior; y ambas se mueven como las hojas de unas tijeras. Al ave que ofrece esta particularidad se le da el nombre de picotijera. Vuela con la mandíbula inferior sumergida algún tanto en el agua, buscando de este modo la subsistencia, que consiste en los pececillos con que tropieza al volar al ras del agua. El picotijera se encuentra en América del Norte. En América del Sur hay otra especie muy parecida que recibe el nombre de rayador. Siendo tan numerosas y voraces las golondrinas de mar, es natural que tengan enemigos. El más atrevido de ellos es tal vez la fragata o rabihorcado, ave de un metro de longitud, de plumaje negro con alas larguísimas y cola prolongada en forma de horquilla. El macho presenta en la garganta un trozo desnudo y rojo que es un saco que el animal infla cuando quiere. Esta ave suele volar hasta muy adentro del mar, no para coger peces, sino para robar a las demás aves que han estado pescando. Embiste a las plangas y golondrinas de mar en la misma forma que el estercorario, asustándolas de tal manera que suelten, por lo menos, una parte de su presa. Se han visto fragatas escondiéndose de día entre las ramas de los cocoteros, en las islas que suelen frecuentar, para luego salir por la noche al encuentro de otras aves y arrebatarles sus alimentos. Sí la víctima se muestra reacia, la fragata la agarra por la cola y la sacude vigorosamente, con lo cual logra casi siempre el resultado que desea. Habitan en colonias y son tan ladrones que en cuanto una pareja abandona su nido, las demás se lo roban y se comen el huevo o el polluelo.