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El puma, enemigo del perro e inofensivo para el hombre, mientras no éste no lo provoque

Otro de los grandes gatos, parecido al leopardo, es el puma, conocido en ciertas regiones de América con el nombre de león montes. El puma es capaz de matar a un caballo o a un buey, pero lo que más le gusta es la carne del perro. Es posible domesticarlo, pero no conviene dejarle ver a un perro, pues no resistiría a la tentación de devorarlo. Cierto puma amaestrado, que había en una casa de fieras, fue sacado de su jaula para exhibirlo ante el público. Todo anduvo bien hasta que divisó a un perro entre la concurrencia; el puma, por lo visto, se olvidó entonces de que estaba domesticado, y saltando en medio de la multitud, arremetió contra el perro, mientras la gente, despavorida, huía en todas direcciones. En habiendo matado a aquél, corrió tras otro, y lo mató también; después regresó a la casa de fieras, llevando en la boca a una de sus víctimas.

Conviene añadir, si hemos de ser justos para con el puma, que si bien combate al oso y al jaguar, no ataca casi nunca al hombre, con tal que éste no lo provoque. Los campesinos duermen tranquilos y sin temor de ser acometidos por el puma, en las comarcas donde éste abunda.

Sin embargo, en toda América se persigue al puma a causa del daño que hace en el ganado, pues tiene la costumbre de matar muchos más animales de los que necesita para comer. Cuando sorprende un rebaño de ovejas, mata una, come de ella un poco o se contenta con lamer la sangre, y enseguida mata otra, y otras más, a veces hasta ocho o diez. Luego tapa los restos de sus víctimas con ramas o con tierra, y, si a la noche siguiente no encuentra otros animales que matar, vuelve al lugar de su hazaña para comer de lo que dejó. Como en la mayor parte de América el ganado se cría en libertad, sin establos ni rediles, puede calcularse el peligro que en algunas comarcas representa la existencia de los pumas. Además, éstos son el terror de los ciervos, de los guanacos y de otros muchos animales salvajes, a los que persiguen con ensañamiento.