Un feroz enemigo de las plantas que puede convertirse en auxiliar del hombre


En un solo vivero en que hay catorce invernáculos, se calculó que las cochinillas de humedad ocasionaban una pérdida considerable de dinero. Podemos figurarnos, pues, a qué suma enorme debe ascender el total de los daños que producen esos animales en los grandes viveros dedicados al cultivo de los helechos y otras plantas delicadas, A falta de estas plantas, que son su manjar predilecto, la cochinilla de humedad se nutre perfectamente con malas hierbas y detritos vegetales, con lo cual viene a ser beneficiosa para el hombre, en esta circunstancia especial.

Dejaremos a esos seres entregados a sus depredaciones, pasando a tratar ahora de otros que se suelen tomar por insectos sin serlo: las arañas.

No son éstas en realidad insectos, pues los insectos no tienen más que tres pares de patas, y las arañas tienen cuatro pares; sin embargo, ambos grupos de animales, así como los ácaros y los escorpiones, pertenecen a una de las grandes divisiones de que está compuesto el reino animal, la de los articulados o artrópodos. Pero sea cual fuere su verdadera denominación científica, sabemos todos lo que es una araña.

Son pocos, sin embargo, los que se hacen cargo de la destreza de que da pruebas la araña, y de la perfección con que ejecuta su trabajo. No hay hilandera que pueda superarla. Las hebras que produce no son tan finas como las elaboradas por el gusano de seda, pero bastan para fabricar edificios aéreos que son maravillas de habilidad. No hay obra del hombre que por lo resistente al par que delicada, pueda igualarse con la telaraña.