La araña-lobo, que sacrifica la vida en defensa de sus hijuelos


La tarántula viene a ser una especie de araña-lobo de tamaño considerable. Las licosas o arañas pollito son tarántulas muy comunes en varios puntos de Europa y de América, viéndoselas correr en verano por entre rocas y hierbas. No tejen telas para coger la presa, pues fían en la velocidad con que las llevan sus patas.

Puede verse con frecuencia a la hembra de este arácnido llevando consigo un pequeño paquete en que ha depositado sus huevecillos. Es una madre ejemplar, que defiende hasta la muerte sus huevos y sus hijuelos. Cuando nacen estos últimos, la hembra los lleva a cuestas, sosteniéndose los pequeñuelos mediante hebras de seda, hasta que han crecido lo suficiente para valerse por sí solos.

La tarántula corre por el suelo con muchísima rapidez, pero no tanto como las arañas cazadoras, que se encuentran en todos los jardines. Estas arañas no sólo corren, sino que dan grandes saltos, cogiendo de este modo a las moscas y a los demás insectos. Es un espectáculo emocionante ver cómo bajan esos animales desde lo alto de una pared, pues careciendo de alas, no parece sino que hayan de estrellarse; pero no hay cuidado de que tal suceda, pues se sujetan al punto de partida mediante un cable de seda que se alarga tanto como quieren, deteniéndose, no obstante, en cuanto alcanzan su meta. Luego lo utilizan para volver a trepar, llevándose a la presa capturada.

Existe una pequeña arañita llamada latrodecto, araña del lino, viuda negra, y de muchas otras maneras, que es una de las especies cuyo veneno es más poderoso y resulta por lo tanto peligrosa para el hombre. Mide alrededor de un centímetro y es de color casi negro, aterciopelado, con unas manchas de tono rojo vivo en el dorso, y patas bastante largas.