Cómo el hombre cría salmones para soltarlos en los ríos


En Europa se ha pescado algún salmón, cuyo peso pasaba de 30 kilogramos; y si bien, en punto a tamaño, los salmones que se hallan en ciertos ríos de América superan a los europeos, no hay salmón de mejor calidad que el que se pesca en Escocia o en Irlanda. Las pesquerías escocesas e irlandesas, con todo y ser importantes, no pueden, sin embargo, igualarse a las americanas, pues en las costas de Alaska, y en las de Canadá y Estados Unidos de América, se extrae anualmente un número de salmones, cuyo peso asciende a unos 200.000.000 de kilogramos.

A pesar de ser enorme el número de salmones que nacen en estado natural, se ha estudiado la manera de criarlos artificialmente. Se recogen los huevos después que los ha puesto el pez y se conservan cuidadosamente en viveros especiales. Cuando salen las crías se mantienen en grandes estanques, libres de enemigos, alimentándolas con abundancia hasta que han adquirido un desarrollo suficiente para subsistir por sí solas; entonces se sueltan. De este modo se pueblan muchos ríos en que antes no había salmones.