¿Qué diferencia existe entre disordancia y armonía?


La armonía es, hasta cierto punto, materia de gusto y costumbre. Los músicos modernos recurren a determinadas combinaciones de sonidos que nos parecen armoniosos, aunque nos consta que a nuestros antepasados les parecían intolerables.

Pero debe seguir siempre existiendo una diferencia real entre la discordancia y la armonía, y, cuando estudiamos la cuestión, descubrimos que es debida a las proporciones existentes entre las diversas notas que suenan a un mismo tiempo. Una nota musical depende del número de vibraciones por segundo de la onda sonora que la produce, 800 por ejemplo, y se ha observado que las más acordes con ella son aquéllas en que el número de vibraciones de las ondas que las originan guardan con 800 una relación más sencilla. Una nota producida por 1.600 vibraciones por segundo, es tan armoniosa, realmente, que no podemos llamar al conjunto de las dos una armonía; porque la segunda nota, la que es producida por doble número de vibraciones, es sencillamente la octava superior de la otra de 800 vibraciones.