¿Qué se hace de las flores durante el invierno?


Las flores de la mayor parte de las plantas tan sólo prevalecen durante las estaciones del año en que nos regala el sol con su calor y su luz. Cuando pasa el verano, las flores desaparecen. ¿Quién no ha visto a las rosas deshojarse y morir sobre las mismas ramas donde crecen? Empero, el rosal no muere.

De la misma manera, las hojas de casi todos los árboles mueren cuando finaliza el verano; pero los árboles viven. Ahora bien, muchos ignoran que esta muerte y caída de las hojas y las flores, es una señal de la vida de la planta que las cría. Las flores tienen una vida muy corta. Su misión es formar la simiente. Aparecen en determinado período del desarrollo de la planta (puede decirse que la finalidad de las plantas fanerógamas es dar flores), y este estado, generalmente, lo alcanzan en el verano.

Antes de caerse las hojas varían de color, como es fácil observar, porque la planta les arrebata todas aquellas substancias que para su propia vida necesita. Fórmase después en la base de la hoja, una espesa capa de una sustancia algo parecida al corcho; y desprovista ya de ciertas materias útiles, muere y cae. Aun quedan, sin embargo, en las hojas algunas substancias aprovechables; sólo que, para que pueda asimilárselas la planta nuevamente, es preciso que sufran alguna transformación.