¿Por qué se agarra la hiedra a las paredes?


La hiedra es una planta trepadora que carece de ramas enhiestas, de manera que, para que sus hojas disfruten del sol y del aire, tiene que agarrarse a algo. Hay miles de plantas que hacen esto mismo, en vez de echar ramas fuertes como los árboles. Algunas se valen para trepar de sus tallos volubles, como el lúpulo, las campanillas, etc. Otras, como la hiedra, recurren a procedimientos diversos. Las que más fuertemente se adhieren son las que están dotadas de zarcillos que les permiten prenderse de las paredes más lisas. La hiedra se ase a las pequeñas irregularidades de cualquier superficie. Si una pared está bien construida, la hiedra prolonga su duración resguardándola de la intemperie; pero, por el contrario, si su fabricación es deficiente, la perjudica notablemente, al introducirse entre los ladrillos. Por consiguiente, vale más construir las paredes con esmero a fin de poderlas embellecer, cubriéndolas de hiedra, la cual, al mismo tiempo que las hermosea, las conserva también.