¿Puede vivir un microbio a expensas de otro?


Cuanto más estudiamos el mundo, más necesario y natural nos parece formular preguntas como ésta, y tratar de contestarlas. Porque nuestra noción de lo grande y lo pequeño depende realmente de nuestras propias dimensiones; y esto no prueba nada.

Cuanto más avanzamos en el mundo de lo grande, más descubrimientos hacemos, y lo mismo puede decirse del mundo de lo pequeño. El universo entero que los nombres conocemos, puede que sólo sea un átomo ante los ojos de Dios, y antes de afirmar que lo pequeño tiene un límite, debemos procurar demostrarlo.

Se sabe bien que existen microbios que son atacados y destruidos por otros microbios. Este hecho puede ser observado en cultivos puros de algunas especies microbianas, dentro de los cuales se pueden sembrar otros que los matan. Es interesante saber que las colonias de un hongo de tamaño microscópico, el Penicülium notatum, tienen la propiedad de producir una sustancia que mata a numerosas especies microbianas que atacan al hombre, como, por ejemplo, las que producen el pus. Esta sustancia es la penicilina, cuyo empleo permite salvar millares de vidas y atacar enfermedades antes incurables.

Bueno será recordar que los microbios pueden ser menores en muchos casos que una milésima de milímetro. Claro es que este tamaño es mucho menor que la especie menor de animales o plantas que alcanzan a ver nuestros ojos. Así, pues, la respuesta a nuestra pregunta habría sido distinta si se hubiera hecho en estos términos: ¿Tienen los insectos microbios dentro o fuera de su cuerpo?

Se ha visto que todos los seres vivientes que, hasta no hace mucho tiempo, eran tenidos por las manifestaciones más pequeñas de la vida, pueden albergar microbios. Un insecto diminuto, menor aun que una hormiga, por ejemplo, puede hospedar en su interior innumerables microbios; y de este modo es como adquirimos a veces graves enfermedades, pues al picarnos dichos insectos nos inoculan los microbios que medran en su interior.