¿Se parecen un átomo y el sistema solar?


Si, por cuanto se refiere a su estructura y mecanismo. En efecto, el átomo se compone de un "sol central", el núcleo, y de los electrones que lo rodean, equivalentes a diminutos planetas. Pero existen diferencias, que esbozaremos a continuación. Mientras los planetas giran alrededor del Sol, de mayor tamaño que ellos, y se mantienen gracias a la fuerza gravitacional en un plano único llamado eclíptica, los electrones -con dimensiones apenas diferentes de las del núcleo- lo hacen en distintos planos, dando origen a una estructura esférica, e impulsados por fuerzas eléctricas. Sin embargo, la diferencia más notable entre los planetas y los electrones reside en las velocidades relativas con las que se desplazan.

Neptuno y Plutón, por ejemplo, tardan siglos en dar una vuelta completa en torno al astro central. En cambio, los electrones corren a tan impresionante velocidad que llegan a dar 6.000 millones de vueltas íntegras en un solo segundo. ¡Qué fantástico es el desplazamiento de casi mil kilómetros por segundo con que el electrón único del átomo de hidrógeno gira alrededor del núcleo! Si se le diese oportunidad de moverse en línea recta, le bastarían menos de diez segundos para cruzar el océano Atlántico... ¡Sorprendente es, por cierto, el mundo de la energía atómica, de cuyo uso pacífico espera tanto la humanidad!