¿Por qué experimentamos cierta excitación toda vez que sentimos placer?


El placer es un estado de emoción o sentimiento. Estos estados pueden ser clasificados en dos grupos: unos que nos causan placer y otros que nos producen dolor. Todos los estados de sentimiento o emoción que pueden ser clasificados, cualquiera que sea su intensidad, en el grupo segundo, tienden a deprimirnos y reducen nuestra actividad. Un hombre herido de súbito por una terrible desgracia puede permanecer en total silencio y sin efectuar movimientos durante horas enteras. El dolor y la aflicción debilitan la intensidad de la vida habitual.

Por el contrario, las sensaciones que nos producen placer la estimulan; y así como las otras debilitan nuestra actividad, éstas la excitan. El hombre feliz siente necesidad de saltar, bailar y gritar. Tales estímulos se manifiestan más especialmente en los niños, por la sencilla razón de que éstos dan rienda suelta a sus sentimientos, en tanto que los adultos los refrenan; pero ambos experimentan idénticos impulsos.