¿Por qué las montañas parecen azules miradas a gran distancia?


El color del cielo es debido al azul del aire, y éste nos parece tal porque flotan en él diminutos puntos de materia que reflejan a nuestros ojos los rayos azules del Sol. Pues bien, si a través de una capa de alguna cosa colorada miramos lo que hay detrás de ella, la capa contribuirá con su color al que veamos. Sin embargo, el color del aire es un azul muy débil, y nosotros no notamos, por lo general, que éste contribuya a hacernos ver del mismo color los objetos que nos rodean. Pero, cuando contemplamos las montañas distantes, miramos a través de una capa tan espesa de aire que les da un matiz azulado; el verdadero color que vemos depende, además, de otras cosas, como por ejemplo, del de las mismas montañas y de la hora del día, que determina el ángulo según el cual la luz solar cae sobre las montañas y también afecta al color de la luz del Sol. Esto basta para explicar por qué el color de las montañas es tan vario y cambia a cada momento.