Parte 6
¡Oh jóvenes naciones, que ceñida
Alzáis sobre el atónito Occidente
De tempranos laureles la cabeza!
Honrad al campo, honrad la simple vida
Del labrador y su frugal llaneza.
Así tendrán en vos perpetuamente
La libertad morada,
Y freno la ambición, y la ley templo,
Las gentes a la senda
De la inmortalidad, ardua y fragosa,
Se animarán, citando vuestro ejemplo.
Lo emulará celosa
Vuestra posteridad, y nuevos nombres
Añadiendo la fama
A los que ahora aclama,
“Hijos son éstos, hijos
(Pregonará a los hombres)
De los que vencedores superaron
De los Andes la cima:
De los que en Boyacá, los que sen la arena
De Maipo y en Junín, y en la: campaña
Gloriosa de Apurima,
Postrar supieron al león de España”.
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