MI HIJO - Edmundo de Amicis
Este sencillo y lindo cuadro familiar, rebosante de naturalidad, es de Edmundo de Amicis.
Acaba de cenar. ¡Poder divino,
Cómo se ha puesto el niño, es un tormento!
Se ha dado pinceladas ciento a ciento
De salsa de tomate purpurino.
Disfrutó la nariz también del vino.
A la frente ha llegado el condimento,
Y entre babero y barba hay suculento
Residuo de alcachofas y tocino.
A todo echa la zarpa, todo toca,
Con el cubierto el rostro se embadurna
Hasta que atina el torpe con la boca;
Inútil es mi reprensión nocturna:
Viene a besarme, ríe, y soy tan zote,
Que. .. le limpia su hocico mi bigote.
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