Cómo un negro fue hecho esclavo y después llegó a ser obispo
La esclavitud, no existió solamente en los tiempos antiguos. Hace poco más de un siglo que las naciones civilizadas de Europa resolvieron poner término a la trata de esclavos, verdadero comercio de carne humana.
Viles mercaderes iban a África a capturar negros, hombres, mujeres y niños, para venderlos luego en países mahometanos o en América. A principios del siglo pasado una compañía de tales traficantes se apoderó de todos los moradores de una aldea africana, entre los cuales había un muchacho que se llamaba Adjai. Estos infelices fueron arrastrados hasta la costa, embarcados y encerrados en la cala de la nave para ser después vendidos como esclavos; mas un navío británico de guerra se apoderó de aquélla y libertó a los esclavos. Los infelices negros no sabían adonde ir, por lo cual fueron conducidos a la colonia inglesa de Sierra Leona. En ella se hicieron cristianos. Allí también se bautizó al pequeño Adjai con el nombre de Samuel Crowther, quien fue tan fervoroso cristiano que quiso ser misionero; con el tiempo llegó a ser obispo y superior de la comunidad cristiana de Nigeria.
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