Alimentación y bebida de los árabes en el desierto
El alimento del desierto es gustoso al paladar y saludable; los platos favoritos de estas tribus son la leche cuajada de las yeguas y camellas, que en Turquía se llama yogourt; el plato compuesto de arroz, perfectamente cocido, con unos trocitos de carnero, cabrito o pollo. Cuando los árabes hacen un gran festín en medio del desierto, asan un carnero o una cabra entera encima de piedras enrojecidas por el fuego. Hallan muy sabrosos los bizcochos duros, de forma anular, llamados kak, como igualmente la manteca, preparada de un modo especial por ellos, a la cual dan el nombre de gui. Cuando los árabes tienen que acarrear agua, lo hacen en grandes vasijas de cuero, que fabrican con la piel entera de una oveja o de una cabra.
El café que los árabes saborean con especial fruición no tiene igual en el mundo. El café fue llevado a Arabia desde Abisinia, hacia el año 1400, por un peregrino, cuya tumba, que se halla en Yemen, es objeto de veneración; las semillas plantadas en esta región producen el célebre café moka.
El principal alimento de los pueblos del desierto es el dátil, y la planta más preciosa que crece en estos países es la palmera que lo produce, uno de los más esbeltos y graciosos árboles de todo el mundo. Los árabes del desierto comen mucha miel silvestre y cuando pueden se alimentan abundantemente de langostas; consideran también como un plato apetitoso los grandes lagartos, que viven entre las piedras, y no desdeñan el jorboa, especie de rata del desierto.
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