Como durante el reinado de los borbones se trastocó la política española
Los Borbones cambiaron fundamentalmente la política española. Habían mantenido los Austria el concepto básico de considerar la monarquía como un instrumento al servicio de la nación, y al rey como primer funcionario de dicho servicio. Los Borbones suplantaron ese criterio por el inverso: la nación al servicio del rey.
La expresión más característica de esa concepción del Estado fueron los pactos de familia, o alianzas de los Borbones de España con los de Francia para la defensa mutua, que arrastraron al pueblo español a muchas y costosas guerras en las que no se bregaba por intereses propios.
Con Felipe V hicieron pie en Madrid políticos, economistas y reformadores franceses, dispuestos a imponer los modelos de la corte de Versalles a todo lo español. Un Consejo de Gobierno, en el que llevaba la voz tonante el embajador de Luis XIV, duque de Harcourt, tomaba providencias de gobierno en nombre del imberbe monarca, harto desapegado de las cosas de Estado, así el presupuesto se duplicó, y más de cuarenta nuevos impuestos extraordinarios cayeron sobre las espaldas del contribuyente.
El 15 de enero de 1724 abdicó Felipe V la corona en favor de su hijo don Luis, casado con la princesa Luisa Isabel de Orleáns, hija del regente de Francia, pero en menos de ocho meses de reinado extinguióse la vida del joven monarca, y el tornadizo Felipe volvió a ceñir la corona hasta 1746, año de su muerte.
Lo heredó Fernando VI, quien, al producirse su advenimiento al trono, contaba treinta y tres años de edad y estaba casado con María Bárbara de Braganza. En cuanto tuvo en sus manos las riendas del poder, se apresuró a liquidar a cualquier precio todos los pleitos bélicos en los que se hallaba envuelta España, con tal de reinar en paz. Durante todo su reinado, esto es, entre 1746 y 1759, España vivió una neutralidad sorda y ciega a todos los problemas de Europa, y Fernando VI pudo disfrutar de sus músicos y cantantes, de sus paseos fluviales por el Tajo y de sus fiestas campestres; creó el modelo de la monarquía hogareña, sin altos vuelos, pero efectiva en muchos aspectos para la reconstrucción de la economía peninsular. En este aspecto contó con la colaboración del economista Ward, cuyos proyectos de obras públicas, principalmente vías de comunicación, llenaron efectivas necesidades en un ramo de la administración pública abandonado por sus predecesores.
En agosto de 1758 falleció la reina doña Bárbara, suceso que de tal modo deprimió el ánimo de Fernando VI quien retirado al castillo de Villaviciosa de Odón, a pocos kilómetros de Madrid, murió menos de un año después, tras haber sufrido varios accesos de depresión y locura.
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