La era manuelina fue la época de oro para Portugal
Gloriosísimo fue el reinado de don Manuel, el Muy Grande y el Muy Feliz (1495-1521), sucesor de su padre, Juan II. En esta época descubrió el paso de la India por el cabo de Buena Esperanza, en cuya empresa se inmortalizaron Bartolomé Díaz y Vasco de Gama. Adelantaron de una manera asombrosa las letras, las ciencias y las artes; es la época de Camoens; de la originalísima cuanto hermosa arquitectura manuelina, inspirada en las construcciones de la India. Portugal era a la sazón primera potencia marítima; dominaba en Asia y en África; colonizaba en Oceanía.
Fue importantísima la expedición que organizó en 1501 destinada a las Indias Occidentales y de la cual formó parte el italiano Améríco Vespucio. Navegó éste desde Lisboa hasta los 90 grados de latitud, es decir, la cuarta parte de la circunferencia del globo; pero lo que sobre todo prestó importancia a su viaje fue la rectificación que hizo de la creencia del inmortal descubridor, Cristóbal Colón, pues no se trataba de las Indias, sino de un Nuevo Mundo. Idea de don Manuel fue también la de enviar una expedición al Norte, al mando de los hermanos Gaspar y Miguel Corterreal, que descubrieron las islas de Terranova y Cabo Bretón, y Nueva Escocia.
Estrecháronse durante su reinado los lazos con España, mediante el casamiento de la hija de los Reyes Católicos, doña Isabel, con don Manuel, el cual, fallecida aquélla, casó con su cuñada doña María.
Heredó al insigne monarca portugués, Juan III, glorioso rey también, que casó con doña Juana, hermana de Felipe II (1521-1557).
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