Cómo los persas y los griegos entraron en la India


Cuando Homero no había aún cantado la historia de la guerra de Troya, ni Rómulo levantado la primera muralla de tierra alrededor de Roma, los poetas indios ensalzaban las hazañas de sus héroes, y sus legisladores daban al país las leyes que lo regirían. Sabemos todo esto porque sus poemas, los Vedas, y sus leyes, las de Manú, han llegado hasta nosotros.

Según todas las apariencias, cuando el imperio persa se hallaba en el apogeo de su poder, poco antes de que el rey Darío hiciera la guerra a los griegos, los persas entraron en la India y obligaron a los reyes del Penyab, la tierra de los Cinco Ríos, a pagarles tributo; a esta circunstancia se debió que les llegasen a los griegos noticias sobre los indios. Pero fue necesario el paso de ciento cincuenta años para que los mismos griegos, conducidos por el poderoso conquistador Alejandro Magno, atravesaran los pasos de las montañas indias. Al llegar al Penyab, les salió al encuentro el valiente príncipe Poro, y se trabaron en una batalla cuyo resultado hizo a Alejandro dueño del país; mas porque el vencido era valeroso y prudente, el vencedor hizo las paces con él y le devolvió el reino que acababa de conquistar, aunque lo obligó a pagar un tributo de vasallaje a los griegos.