El archipiélago asiático de las islas Filipinasm fruto del volcanismo


Dada su situación, se comprende que el clima del archipiélago sea tropical insular; no hay cambios bruscos de temperatura, llueve mucho y la atmósfera está saturada de humedad; la uniformidad de temperatura, durante todo el año, produce en los naturales la flojedad e inercia que los caracteriza, y una sensible postración de fuerzas en los europeos que residen algunos años en el país.

La vegetación es de un verdor maravilloso, y hasta las montañas aparecen siempre cubiertas de un follaje que nunca se agosta. Hay inmensas selvas, cuya riqueza maderera es incalculable. Las principales producciones son azúcar, arroz, tabaco, maíz, pinas y cocos.

En estas islas no hay animales feroces a pesar de su proximidad con el archipiélago malayo, paraíso de las fieras. Abundan los búfalos (carabao) , que los nativos domestican y utilizan como animal de carga, y cuyo número se calcula en casi tres millones de cabezas; además hay casi un millón de vacunos y más de seis millones de cerdos. Existen plantaciones de arroz, maíz, caña de azúcar, abacá, palmeras de copra, tabaco, cacao, árbol de caucho, sagú, café y frutales. Se explotan minas de oro, plata, cobre, hierro, carbón, plomo, mercurio, y se han cateado yacimientos petrolíferos. El total de la población se estima en casi veinticinco millones de habitantes, cuyo conjunto es muy heterogéneo, pues a la raza primitiva, los negritos, se suman malayos, chinos, europeos, mestizos de español, mestizos de chino, etcétera,