Los cuáqueros y la fundación de Filadelfia


Así eran llamados -quakers, temblones- unos protestantes que se separaron de las iglesias presbiteriana y anglicana. Dicha denominación, sin embargo, era un remoquete, pues ellos se intitulaban los Amigos.

Eran objeto de general aborrecimiento en Inglaterra, lo cual no impidió que abrazara aquella doctrina un joven de tan ilustre prosapia como Guillermo Penn, quien se dedicó con el mayor ardor al proselitismo. Debíale Carlos II al padre de Guillermo, gran amigo suyo, una considerable suma, y al morir aquél, no pudiendo pagársela, le concedió un extenso territorio al oeste del río Delaware, y allá se fue Guillermo seguido de muchos otros cuáqueros que dieron a aquella comarca el nombre de Pennsylvania; esto es, la Selva de Penn.

En 1683 se fundaba la ciudad de Filadelfia, palabra griega que significa amor fraternal; afluyeron a ella pobladores de los más diversos puntos, sabedores de que nada habían de temer ni pasar los terribles trabajos que en Virginia o Plymouth; abundaban los alemanes, los irlandeses, suecos, galeses y franceses.