El guerrero asirio amigo del rey David


Entre los primeros reyes asirios, uno de los más interesantes es Teglatfa-lasar I, que según se cree, fue amigo de David; vivió hacia fines del siglo xii antes de Jesucristo; y en los cilindros que registran sus hechos se leen deliciosas descripciones de las expediciones del anciano guerrero, especialmente de una en que "montó" un navío, por primera vez, evidentemente, para realizar una excursión por el Mediterráneo en compañía de sus amigos, los navegantes fenicios.

Los reyes que reinaron durante los dos siglos y medio que dura el período de mayor gloria y poderío de Asiria fueron hombres notables, y sus templos y palacios son los que han sido desenterrados de entre los montículos de Nínive. A estos palacios volvían los reyes asirios vencedores después de triunfar de las naciones vecinas y enviar sus habitantes al destierro, como hicieron con el pueblo de Israel.

El transportar desde las orillas del Tigris a las del Támesis los alados toros con la cabeza humana, de la antigua Asiria, costó mucho trabajo y cuidado. Son de forma y ejecución maravillosas; los rizos del pelo y de la barba están hechos según la típica moda asiria. Sus grandes alas están muy bien talladas, y cada uno tiene cinco patas. Estos monstruos de fuerza de toro, ligereza de águila e inteligencia de hombre, estaban colocados a la entrada de los grandes palacios, de modo que pudieran verse bien, tanto de frente como de costado; de allí la presencia de una quinta pata.