Un pueblo casi desconocido vive a cinco kilómetros sobre el nivel del mar


Al este de Pamir se encuentra la alta meseta del Tibet, entre el Himalaya y los montes Kuenlun. La mayor parte de su superficie, igual que la de Pamir, está a cinco mil metros por encima del nivel del mar, y muchas de sus crestas se elevan todavía más. El Turquestán oriental, cuya superficie ocupa en gran parte un desierto totalmente inhóspito, está como encerrado entre las cadenas montañosas de Kuenlun y Tianchan. Mongolia, que tiene aproximadamente la superficie de Arabia, está allende las montañas Tianchan, y linda con Siberia y Manchuria. El Tibet, Turquestán y Mongolia formaron parte, durante mucho tiempo, de la nación china.

Afghanistán e India se comunican con la meseta central por los pasos que se abren en el Hindú Kush y en las cordilleras Sulaiman o Suleimán. Rusia es otro país lindante con el corazón de Asia; dos grandes ríos, el Sir Daria y el Amu Daria (Daria es una palabra de origen persa que significa río) corren desde las alturas de Tianchan y del Pamir, cruzan el llano del Turquestán oriental y se precipitan en el mar interior de Aral; el Asia central rusa se extiende desde Pamir hasta Siberia, y desde el mar Caspio hasta el Turquestán oriental. Gran parte de aquel país está ocupado por el desierto y por praderas cubiertas de pasto abundante, que tribus nómadas y aventureras, como las de los quirguices y turcomanos, recorren con sus ganados en busca de alimentación para las bestias. También debemos mencionar fértiles llanuras y valles que producen excelentes cosechas de frutas, legumbres, granos y algodón, para los mercados de Moscú. En algunas partes del Turquestán occidental abunda el carbón, la intensidad de cuya explotación ha decrecido un tanto desde que se inició la actividad productora de los pozos petrolíferos de Bakú.

Las vías aéreas y el ferrocarril, desde el mar Caspio hasta las primeras estribaciones de los montes Tianchan, unen entre sí a las ciudades situadas en esos llanos y fértiles valles. Una rama del ferrocarril se construyó hasta Merv, último baluarte de las belicosas tribus turcomanas, sometidas al gobierno ruso a mediados del siglo pasado; ese ramal ferroviario enlaza en la frontera afghana con el que atraviesa el paso de Bolán y se prolonga hasta la legendaria India.

Así se ha incorporado el mismo corazón de Asia, uno de los lugares más aislados del mundo, por obra y gracia de los modernos medios de comunicación, especialmente la aviación y el ferrocarril, al comercio y a las mil facetas de la vida de nuestro tiempo. Empero, ni el empleo de aviones o trenes, ni la construcción de carreteras han logrado desplazar completamente  a  las  caravanas  de  yacs.  el animal  típico  de la  región, que se utiliza como medio de transporte, tanto como para la alimentación o fabricación, harto primitiva, de grasas y aceites combustibles. Una travesía por esas desiertas regiones heladas, con tales recursos, es aun una peligrosa aventura, en la que incluso puede el viajero perder la vida, pues difícil es  hallar quien pueda socorrerlo.