De por qué nadie puede subsistir un momento sin sal


Parece, sin embargo, que ni los glóbulos blancos ni las plaquetas intervienen en ello, correspondiendo este papel a los glóbulos rojos y a unas sales que se encuentran disueltas en la parte líquida de la sangre. El número de estas sales es muy grande, todas ellas son necesarias para nuestra vida y, por consiguiente, imprescindibles en nuestra alimentación. La mayor parte, si no todas, se encuentran en la sangre de todos los seres cuyo cuerpo está dotado de este precioso líquido. Estás sales, que arrastran gran parte del anhídrido carbónico de los tejidos a los pulmones, contienen sodio y son, especialmente, el cloruro de sodio o sal común, y el carbonato de sodio cuyo nombre vulgar es sosa.