Importancia de la cuestión y hechos que hablan elocuentemente


No hay nada que supere a este alimento para los niños, y, por consiguiente, el mundo le debe a él más de lo que suponemos. Es tan importante esta cuestión, que no debemos ahorrar molestia alguna al hacer la sopa, de manera que pueda ser tomada frecuentemente por los niños. A esto debemos dedicar tanto trabajo como el que dedicamos a la preparación de nuestra taza de café, después de comer. Debemos buscar la verdadera clase de harina de avena, cocerla de la manera más adecuada y añadirle lo que necesite para hacerla agradable. A algunas personas les gusta añadir azúcar y leche, y ya sabemos que el azúcar es un excelente alimento; también puede añadirse sal, mermelada o jarabe. Pero cualquiera que sea la forma en que se prepare la harina de avena, es muy acertado tomarla regularmente todos los días.

Se ha comprobado, de manera indudable, entre las clases pobres de Escocia, que la harina de avena, convenientemente preparada (como suele hacerse en los países del Norte, así en Europa como en América), es un excelente alimento, de gran valor nutritivo. La importancia del tipo de alimentación sobre el vigor de la raza es indudable. Los pueblos que se nutren mal son más débiles. Ejemplo de esto último se ha observado en Europa, donde grandes masas de poblaciones se han visto sometidas a regímenes alimenticios pobres y malos. En ellas aumentó pavorosamente la mortalidad infantil, la tuberculosis, etcétera. Por el contrario, en las poblaciones bien nutridas disminuyen las enfermedades de la desnutrición.