Defectos de las leyes que regulan la capacidad de los locales y cómo deberían corregirse


Las leyes se preocupan cada vez más por dejar bien establecidas las condiciones de cantidad y calidad que debe tener el aire en las tiendas, talleres y fábricas. Con todo, estas disposiciones tan benéficas no están suficientemente generalizadas. No importa tener disponibles muchos metros cúbicos de espacio para cada persona, si no se renueva el aire que contiene dicho espacio. Si dejásemos a un hombre solo en una gran sala y la cerrásemos herméticamente, de modo que el aire no pudiese entrar ni salir, llegaría un momento -y no tardaría tanto como tal vez crean algunos- en que moriría asfixiado. No basta que las leyes prescriban tantos metros cúbicos de espacio por persona, sino que deben ordenar también que el aire contenido en él se renueve constantemente.

Todos deberíamos dormir con las ventanas del cuarto abiertas. Las habitaciones que carecen de ventanas o las tienen de modo que no pueden abrirse no deben considerarse a propósito para servir de dormitorios.

Créese generalmente que el aire de la noche es peligroso para la respiración; pero semejante prejuicio carece de todo fundamento. Los químicos han examinado cuidadosamente el aire del día y el de la noche, y por ellos sabemos que éste es más puro  que aquél. Como de noche es menor el número de hogares y de hornos encendidos, el aire en las ciudades populosas contiene menos anhídrido carbónico; y, como también hay menos tránsito, no hay tanto polvo en el aire como de día. Ya sabemos con exactitud cómo nació la antigua creencia relativa a las nocivas propiedades del aire respirado durante la noche. Su historia es verdadera mente interesante,

Observóse que las personas que se exponían al aire de la noche en ciertas regiones del mundo estaban sujetas a una grave enfermedad, que suponían producida por la calidad del aire. Llamábase esta enfermedad malaria, que significa sencillamente mal aire, y aun hoy en día se conoce con este mismo nombre; pero luego se supo que semejante enfermedad proviene de la picadura de un insecto que lleva los parásitos de dicha enfermedad y es una especie de mosquito que sólo pica de noche.

Por lo que toca a muchos países, el aire de la noche es mejor y más puro que el del día y nada puede decirse en contrario. Cierto es que millares de personas mueren por haber estado expuestas al aire de la noche; pero este aire es el viciado de sus dormitorios mal ventilados.