Previsiones para preparar una buena infusión de té


Si queremos preparar un buen té debemos tener en cuenta ciertas normas dictadas por la composición misma de este vegetal. El agua que se utilice debe ser fresca y aireada, por lo cual desde tiempos remotos los chinos aconsejan valerse del agua tomada directamente de un río o arroyuelo, y cuando esto no sea posible y deba utilizarse agua de una fuente, removerla para que de este modo se airee convenientemente.

Sabemos que el sabor exquisito del té se debe a una sustancia aromática desarrollada durante el proceso de desecación, sustancia que solamente se extrae de la hoja seca por el agua caliente. Por ello es conveniente que el agua se encuentre cerca de su temperatura de ebullición, pero sin que la exceda, pues si así ocurre pierde les. gases que posee disueltos y desmejora el gusto del té. Las hojas de té no deben permanecer en el agua caliente más de 3 ó 4 minutos, porque el calor prolongado destruye la sustancia aromática y el té pierde su sabor. Además, el calor sostenido extrae otras sustancias de la hoja, como el tanino, que comunican a la bebida propiedades astringentes.