Los conocimientos aprendidos por Martín Fierro


Y es allí, a la luz de las estrellas, donde Martín Fierro, que ha andado tanto por la vida, que ha sentido el rigor de las injusticias, que ha visto destruido su hogar, habla a los tres mozos, suministrándoles los conocimientos que su dura experiencia le ha permitido acumular. Lo más sabio y más hermoso del poema, verdadera lección humana, está encerrado en sus palabras:

"Un padre que da consejos
Más que padre es un amigo".

"Yo nunca tuve otra escuela
Que una vida desgraciada
No estrañen si en la jugada
Alguna vez me equivoco
Pues debe saber muy poco
Aquel que no aprendió nada".

"El trabajar es la Ley
Porque es preciso alquirir
No se espongan a sufrir
Una triste situación
Sangra mucho el corazón
Del que tiene que pedir".

"Debe trabajar el hombre
Para ganarse su pan;
Pues la miseria en su afán
De perseguir de mil modos
Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragán".

"Muchas cosas pierde el hombre
Que a veces las vuelve a hallar
Pero les debo enseñar
Y es bueno que lo recuerden
Si la vergüenza se pierde
Jamás se vuelve a encontrar".

"La cigüeña cuando es vieja
Pierde la vista -y procuran
Cuidarla en su edá madura
Todas las hijas pequeñas-
Apriendan de las cigüeñas
Este ejemplo de ternura".

"El que obedeciendo vive
Nunca tiene suerte blanda
Mas con su soberbia agranda
El rigor en que padece
Obedezca el que obedece
Y será bueno el que manda".

"Ave de pico encorvado
Le tiene al robo afición
Pero el hombre de razón
No roba jamás un cobre
Pues no es vergüenza ser pobre
Y es vergüenza ser ladrón".

¡Hermosas palabras de sano contenido, útiles no sólo para los hijos de Martín Fierro, sino para todos los hombres del mundo que quieran vivir como es debido, honradamente y respetando al prójimo!

Y José Hernández, que escribió el poema para defender a los gauchos del mal trato a que se veían sometido, termina la obra con estos versos:

"Y si canto de este modo
Por encontrarlo oportuno
No es para mal de ninguno
Sino para bien de todos".


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