Una maravillosa agrupación de pequeñísimos mundos iluminados por el Sol


Si continuamos nuestro viaje más allá de Marte, alejándonos siempre del Sol, nos encontraremos con una cantidad de pequeños planetas, comúnmente llamados planetoides o asteroides, que se mueven en una región comprendida, en general, éntrelas órbitas de Marte y de Júpiter. El primero de estos asteroides fue descubierto el primer día del siglo xix, y se le dio el nombre de Cores. Más tarde se descubrieron otros que recibieron nombres diversos, como Pallas, Juno, Vesta, Sarita, Eros, etc. Actualmente, el número de asteroides conocidos excede los 2.000, y se comprende que sea difícil atribuirle un nombre a cada uno, por lo que resulta más cómodo y sencillo designarlos por un número. De ese modo, al asteroide Sarita, descubierto en el año 1914, se lo designa sencillamente con el número 796.

El brillo de estos cuerpos proviene de la luz solar que reflejan. Todos ellos son muy pequeños, ya que los mayores no pasan de los 800 kilómetros de diámetro, y los menores conocidos llegan a tener dos o tres kilómetros de diámetro.

Debido a su pequeñez, resulta algo difícil descubrirlos entre la multitud de puntos brillantes que hay en el cielo. En nuestros días se recurre con ese fin a la fotografía de la manera siguiente: en épocas distintas se fotografía la misma región del cielo; si entre los numerosísimos puntos que permanecen en la misma posición, hay alguno que va cambiando de lugar, es muy posible que se trate de un planetoide.