Los diez años admirables de William Shakespeare


Diez años pasaron, diez años largos, para Shakespeare, y regresó luego a Stratford relativamente rico, admirado por eminencias del país y favorito de una reina; restableció su familia y compró la casa más suntuosa de la villa para vivir en ella durante sus frecuentes visitas a la misma. ¿Cómo ocurrió semejante cambio?

Al llegar a Londres, el joven Shakespeare parece que entró inmediatamente en relaciones con los teatros, primeramente, según la tradición, para cuidar los caballos pertenecientes a ricos concurrentes, pues era entonces costumbre en Inglaterra acudir al teatro montando a caballo. Dícese que se había organizado un servicio con este objeto que empleaba a los holgazanes que rondaban por allí. No tardó mucho en ser admitido Shakespeare como actor y ocupóse luego en volver a escribir comedias que el público había silbado, o a juntarse con otros poetas para componer nuevas producciones escénicas. Pocos años después halló su ingenio modo de expresarse de un modo brillantemente original hasta que, todos y especialmente sus rivales, en los que germinaba la envidia, le hubieron de proclamar primer dramaturgo y primer poeta de su tiempo.