Manos blancas no ofenden
Refiérese que la infanta Luisa Carlota, esposa de don Francisco, hermano de Fernando VII de España, al exigirle al ministro Fran. cisco Tadeo Calomarde la entrega del documento en que se restablecía la ley sálica, para cuya confirmación había influido en el ánimo del rey, diole de bofetadas. El ministro, que siempre había sido servil y obsecuente, exclamó: “Manos blancas no ofenden”. para demostrar que no consideraba agraviante el hecho. Hoy se la cita cuando se quiere significar que una ofensa no nos alcanza.
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