La zorra y la careta
Paseábase un día una zorra a lo largo de un camino, cuando halló en el suelo una careta de hombre. Tomóla con gran curiosidad y, examinándola detenidamente, advirtió que estaba hueca por dentro.
Al verlo, no pudo la zorra reprimir la risa, y así dijo burlonamente:
“¡Lástima que una cabeza de rostro tan hermoso y tan inteligente no tenga sesos!”
De nada vale la buena apariencia, sin juicio.
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