El anciano que se volvió niño


Ly era un anciano de setenta años de edad, que durante toda su vida había sido un buen hijo y que, cuando sus padres fueron viejecitos, renunció a su modo de vivir, para mejor poder estar al servicio de ellos.

Como con los años su cerebro se había debilitado, olvidaban que Ly había dejado de ser niño para convertirse en hombre y éste, siempre buen hijo, se vestía con trajes infantiles, saltaba y bailaba como un niño, para darles gusto y oía impasible cómo los viejos exclamaban llenos de júbilo:

-¡Qué muchachito más alegre es nuestro hijo! ¡Qué felices nos hace con sus juegos infantiles, tan pueriles e inocentes!...