El estudiante soñoliento
En la provincia de Tsu vivía un muchacho muy ansioso de distinguirse en los exámenes, para ser así la gloria de sus padres y de su pueblo natal. Pero observó que, tras algunas horas de estudio, comenzaba a invadirle una gran somnolencia, que terminaba en un sueño profundo. Esto le apenaba muchísimo, y durante algún tiempo no supo cómo ingeniarse para permanecer despierto. Por fin, se le ocurrió una idea salvadora. Ató una cuerda al extremo de su trenza, y sujetó la otra extremidad de aquélla a una viga del techo, de suerte que, si se dormía y daba cabezadas, el tirón de la coleta le despertaría.
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