El vidrio es, en realidad, cun cuerpo en estado líquido


Es muy probable que los que lean este título piensen que se trata de una equivocación casual, de un simple error de; imprenta. Sin embargo, no es así. Para la ciencia, el vidrio es un material en estado líquido.

Pero aclaremos esto. Para ello, es preciso aprender algunas cosas sobre la fusión; Durante la fusión la temperatura permanece constante. Ésta es una de las leyes más importantes del cambio de estado. Al igual que en la ebullición, el punto de fusión cambia con la presión. En casi todos los casos, al aumentar la presión aumenta la temperatura de fusión; el agua, sin embargo, es una excepción; cuando la presión aumenta, disminuye el punto de fusión del hielo. De modo que el hielo fundirá a mayor temperatura cuando se halle a presiones bajas, por ejemplo, en la cumbre de una montaña donde hay baja presión.

Este curioso comportamiento del hielo permite explicar el fenómeno conocido con el nombre de rehielo: si se toman dos trozos de hielo y se los comprime el uno contra el otro, se unen formando un solo bloque. El hecho se explica por el descenso de la temperatura de fusión con el aumento de la presión. Al oprimir los trozos de hielo disminuye el punto de fusión en las partes de contacto; como consecuencia de ello se produce  una fusión parcial. Al suprimir la presión el agua de fusión se solidifica por estar a menos de 0°C. Otra experiencia interesante que puede explicarse por el fenómeno del rehielo es la que se ve en la figura de la página siguiente: un alambre ejerce presión sobre una barra de hielo que está debajo; a causa de ello, el hielo, que está a varios grados bajo cero, puede fundir a esa temperatura. En cuanto el agua está líquida, el alambre desciende y la desaloja, haciéndola pasar hacia arriba. Pero el agua está ahora nuevamente a la presión atmosférica -el alambre está debajo de ella-, de modo que vuelve al estado sólido, y las dos porciones de hielo quedan así nuevamente soldadas. Así, pues, el alambre es capaz de atravesar la barra sin separarla en dos trozos.

Lo que hemos dicho hasta ahora se refiere a la llamada fusión franca: el sólido pasa directamente al estado líquido. Pero hay otros cuerpos, como el vidrio, que por la acción del calor se ablandan, formando una especie de pasta, y después de pasar por una serie de estados intermedios, funden. Esta fusión se llama fusión pastosa, debido a la pasta que se forma. Parece, pues, que estos cuerpos escapan a las leyes que hemos estudiado para la fusión. Sin embargo, estos curiosos fenómenos se explican diciendo que el vidrio es un liquido, pero de una viscosidad tan grande que parece un sólido. Algo análogo pasa con el lacre y las sustancias llamadas plásticas.

Si pensamos un poco,  quizá no nos asombremos tanto. Generalmente, cuando nos referimos a los- líquidos, pensamos en aquellos que son fluidos, como el agua. Pero sabemos bien que los líquidos pueden tener grandes viscosidades, como las jaleas, que son muy poco fluidas, tanto que cuesta trabajo creer que son líquidos.

En el caso del vidrio se trata de una: sustancia que tiene una viscosidad tan grande que no lo vemos fluir. Y, ¡sin embargo, se ha comprobado que también fluye, pero de una manera tan lenta que no lo vemos. Se lo ha comprobado en forma sencilla: se han medido los cristales de los ventanales de catedrales que cuentan con; 400 ó 500 años de antigüedad, y se ha visto que todos los cristales son más gruesos en la parte inferior que en la superior. El vidrio ha fluido muy lentamente, y los cristales se han ido adelgazando como un caramelo. Cuándo calentamos el vidrio, su viscosidad va disminuyendo, de manera que tiende a tomar la apariencia de los demás líquidos. Cuando se forma la pasta, el vidrio se parece a una jalea muy espesa.

Lo mismo pasa con el lacre y otros cuerpos: todos aquellos que al fundir no pasen directamente al estado líquido, deben clasificarse como líquidos y no como sólidos. Éste es un ejemplo interesante; e instructivo de cómo las apariencias pueden engañarnos.